Martes 25 Febrero 2025

La industria nacional gana presencia en los hogares argentinos

Desde notebooks y celulares, pasando por lavarropas y heladeras, hasta los novedosos televisores LED y LCD, cada vez más productos nacionales llegan a los hogares de todo el país.

Hubo un tiempo en que lo importado, lo comprado fronteras afuera, era lo más preciado. Incluso existió una famosa publicidad a través de la cual la dictadura denostó nuestra industria nacional, idealizando la producción extranjera. En esta propaganda, que circuló mucho durante esos años, la silla nacional se rompía con facilidad, y las importadas se destacaban por su calidad y fortaleza. El golpe de efecto fue simbólico: hacernos creer a los argentinos que no éramos capaces de producir para nuestro mercado y que nos teníamos que resignar a ser meros compradores.

“Se acabó el verso del país de felices consumidores con empresas que cierran” aseguró la ministra de Industria, Débora Giorgi. “Si volvemos a tener planchas importadas de 5 dólares en Argentina seguramente las veríamos solo por las vidrieras y no las podríamos comprar, ya que no tendríamos trabajo”, agregó.

En el 2003, a partir de la gestión del ex presidente Néstor Kirchner y el impulso que le dio luego la presidenta Cristina Fernández, se puso en marcha un modelo que sentó las bases para la recuperación de nuestra industria nacional, perdida en los años de neoliberalismo económico y destrucción del aparato productivo.

El nuevo esquema tuvo dos ejes: fortalecer nuestro mercado interno y proteger el trabajo argentino, luchando contra la competencia desleal. Para lograr el primer objetivo se apuntó a la inclusión social con la Asignación Universal por Hijo (AUH), los aumentos a los jubilados y la recuperación del salario mínimo.

En tanto, y para proteger la producción local, se implementaron políticas de protección, como las Licencias No Automáticas (LNA) y las medidas antidumping, con el objetivo de frenar el ingreso indiscriminado de productos extranjeros a precios irrisorios que dañan en sus raíces a las empresas locales y el trabajo de todos los argentinos.

De este modo, en un contexto de previsibilidad económica y solidez financiera, comenzaron a llegar las inversiones. Empresas líderes internacionales optaron por nuestro país para radicar sus inversiones en distintos sectores productivos. Esto permitió avanzar en la sustitución de importaciones de sectores estratégicos, y achicar el déficit comercial.

Este proceso de sustitución de importaciones, que se afianza día a día, comenzó a vislumbrarse en las casas de todos los argentinos, donde poco a poco comienzan a ganar espacio electrodomésticos y artículos electrónicos made in Argentina.

En lo referente a línea blanca, un sector clave para cualquier hogar, se ha impulsado el arribo de inversiones y el paulatino avance para reemplazar productos extranjeros por locales. Del 2003 a la fecha la producción de esta industria aumentó casi un 350% y en los últimos tres años disminuyó sus compras al exterior en 45%. Es así como empresas líderes como Mabe y Liliana, entre otras, anunciaron inversiones para construir nuevas plantas que no sólo crearán decenas de puestos de trabajo, sino que permitirán que se incremente la presencia de heladeras, lavarropas y freezers en todas las cocinas del país.

Y este fenómeno viene acompañado también de anuncios en el sector de pequeños electrodomésticos, donde firmas internacionales y nacionales anunciaron un monto total de 39 millones de pesos para incrementar producción o lanzar nuevas líneas. Se vienen más licuadoras, procesadoras, cafeteras y planchas made in Argentina, entre otros productos.

En los livings también crece la presencia de la industria nacional. La firma Newsan anunció inversiones en Tierra del Fuego por US$ 65 millones con el que duplicará la producción de televisores inteligentes y LCD (para las marcas LG, Panasonic, JVC, Sanyo, Noblex y Philco) y comenzarán – en el mes de agosto – la producción de decodificadores para TV digital. Además, el año que viene cada dos computadoras portátiles que estarán a la venta en el mercado nacional, una será made in Argentina, mientras que se incrementa la producción de aires acondicionados, con el reciente anuncio de inversión de Carrier Fueguina (por 50 millones de pesos). A partir del Régimen de Promoción en la isla comenzamos a fabricar productos tecnológicos de calidad y competitividad internacional, que llegan a todos los puntos del país.

Esta iniciativa también impulsó la fabricación nacional de productos de electrónica, como celulares, computadoras y cámaras fotográficas. Este año se anunció la fabricación de la primera Blackberry nacional (RIM), así como la primera cámara digital (Kodak). Motorola, Huawei, Alcatel, Samsung, LG, Nokia y Hewlett Packard son algunas de las prestigiosas marcas que también se radicaron en el país y decidieron fabricar aquí para abastecer la demanda local.

En los baños y dormitorios también podemos observar este fuerte impulso a la industria nacional. Por ejemplo, la firma Coteminas anunció este año la ampliación de su planta en Santiago del Estero, una obra que demandó una inversión de $ 96 millones y que generará 350 nuevos puestos de trabajo. Hasta ahora la empresa (ex Grafa) sólo fabricaba telas de toallones en crudo y las exportaba a Brasil para su teñido, terminación y confección final, que eran a su vez reexportadas hacia Estados Unidos. Con la inversión actual, la empresa ahora puede fabricar en el país los productos íntegramente terminados, como toallas, repasadores y batas, y exportar el 30% de esa producción. Coteminas tiene en marcha, además, un proyecto para fabricar sábanas que le permitirá sumar otros 100 empleados.

El proceso de reindustrialización trasciende el mundo del hogar y del trabajo, y se refleja hasta en el ámbito de la moda y la indumentaria. Por ejemplo, la firma Vesubio inauguró en agosto una nueva planta industrial en Pocito, provincia de San Juan, que demandó una inversión inicial de $ 4 millones –de un plan total de 12 millones- y permitió la creación de 100 puestos de trabajo. Allí se producirá indumentaria para la marca francesa Lacoste. En el área de calzado, Converse produce en Argentina a través de la firma ID-Coopershoes, ubicada en el Parque Industrial de Las Flores. El mes pasado la presidenta Cristina Fernández de Kirchner inauguró la ampliación de las instalaciones que demandaron una inversión de $15 millones y que generará 80 nuevos puestos de trabajo. En tanto, la empresa brasileña Dass, ubicada en El Dorado, provincia de Misiones, inauguró la ampliación de la planta de producción de calzado deportivo que demandó una inversión de US$17 millones, para fabricar zapatillas Nike. Por otro lado, la empresa argentina de calzado Distrinando, fue elegida como fabricante exclusivo para América del sur de la firma estadounidense DC Shoes-Quick Silver, para la que producirán calzado deportivo de alta gama y así abastecerán al mercado interno y exportarán medio millón de pares a Brasil por semestre a partir de octubre próximo.

Los anuncios de inversiones son múltiples, y abarcan todos los sectores de la industria nacional, cuyo presente no sólo se refleja en estadísticas y cifras, sino que se observan, se palpan, en la vida cotidiana en cada hogar argentino. En nuestras casas conviven cada vez más bienes producidos dentro del territorio, con trabajo argentino, gracias al impulso de un mercado interno pujante, motor de la actividad productiva.

Buenos Aires, 29 de noviembre de 2011

Fuente: http://www.industria.gob.ar/la-industria-nacional-gana-presencia-en-los-hogares-argentinos/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=la-industria-nacional-gana-presencia-en-los-hogares-argentinos

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