Giorgi aseguró, en un congreso de sindicatos industriales, que se seguirá preservando al mercado de la competencia desleal externa

“La industrialización es la única vía para tener un país más justo y, por eso, vamos a defender nuestro mercado y nuestros puestos de trabajo de la competencia externa en condiciones desleales”, sostuvo la ministra de Industria, Débora Giorgi Giorgi, quien advirtió, además, que “no vamos a permitir que ningún vivo de adentro crea que tiene la vaca atada”.

Giorgi cerró hoy la Primera Reunión Regional de la Industrial Global Union para América Latina y el Caribe. Se trata de una federación sindical, creada el año pasado, que agrupa a gremios que representan a más de 50 millones de trabajadores de 140 países.

De la mesa principal del encuentro, que comenzó ayer y se realizó en el Hotel Castelar de la ciudad de Buenos Aires, participaron el secretario general de la Confederación de Gremios Industriales de la Argentina y titular del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor, Ricardo Pignanelli; el economista y profesor emérito de la Universidad Nacional de Colombia Beethoven Herrera Valencia y Pedro Wasiejko, secretario general del Sindicato del Neumático.

También estuvieron presentes el secretario general de Industriall, Raina Jyrki y su par regional, el uruguayo Jorge Almeida, a cargo de las oficinas de la entidad, con sede en Montevideo.

La titular de Industria recordó el contexto internacional, tras la crisis de 2008, y precisó que, desde ese año, “en Europa se destruyeron nueve millones de empleos, en tanto que en América Latina se generaron 25 millones de puestos de trabajo”.

“Estamos frente a una gran oportunidad, pero debemos prestar atención a no reprimarizar nuestras exportaciones, de modo de agregar valor a los recursos naturales”, señaló Giorgi. La ministra explicó que uno de los caminos es incrementar las compras de manufacturas industriales entre países de la región.

En el caso del Mercosur, el grupo compra a extrazona 500.000 millones de dólares por año en manufacturas, mientras que, intrabloque, el intercambio alcanza a 60.000 millones de dólares. De ese modo, Giorgi sostuvo que hay un gran campo para achicar esa brecha.

“Para que tengamos una nueva década ganada, debemos redoblar el esfuerzo y ser concientes de los callos que vamos a pisar y seguir acompañando con el voto a nuestros líderes, que impulsaron el crecimiento”.

La ministra aseguró que “los que no quieren que nuestra región crezca son los mismos de siempre, como los organismos multilaterales de crédito que sólo quieren ajuste y más ajuste, y quieren que recortemos nuestras inversiones productivas, porque consideran un gasto lo destinado a infraestructura, educación, salud y ciencia y tecnología”

Giorgi recordó que “con la presidencia de Néstor y ahora con Cristina, hemos implementado una política pionera de decirle ‘no’ a esos organismos y crecimos como nunca antes en 200 años de historia”.

La funcionaria detalló que “hoy, sólo por mencionar algunos índices, tenemos el doble de industria, un desarrollo regional equilibrado, crecen los sectores que antes eran catalogados de inviables, se triplicó el valor agregado generado de cada obrero industrial y generamos más de un millón de puestos de trabajo” y mencionó a los trabajadores como protagonistas de ese crecimiento. “Y por eso merecen buenas y justas remuneraciones”, aseveró.

El panel fue inaugurado por Pignanelli, secretario general de Smata y también titular de la Csira, quien destacó el trabajo de Giorgi por el crecimiento de la industria y recordó que se trata de “la madrina de nuestra confederación, porque impulsó la reunión de todos los que formamos parte de la industria nacional”. La Csira se creó apenas 20 días después de que hiciera lo propio la Industriall, a mediados de 2012.

El dirigente gremial evaluó que “esta vez nos unimos en las buenas, tras habernos recuperado del espíritu individualista que nos quisieron imponer desde el neoliberalismo de los 90, aunque todavía estamos pagando las consecuencias”.

Posteriormente Valencia y Pedro Wasiejko. El colombiano detalló las consecuencias negativas que trajo el auge del neoliberalismo, desde mediados de los ’70, en detrimento del Estado de Bienestar que rigió desde la posguerra y constituyó la época de mayor crecimiento del siglo XX. El dirigente gremial, por su lado, rescató las políticas de industrialización iniciadas hace diez años, con la asunción de Néstor Kirchner.